miércoles, 27 de febrero de 2013

Exposición de Mariano de Blas en Eka & Moor Art Gallery






Exposición de Mariano de Blas 
Por Juan Antonio Tinte
Rara vez nos acostumbramos a establecer contenidos narrativos más allá de lo que se nos advierte en forma de lenguaje estructurado. La imagen, como tal, nos procura una arquitectura de información que ubicamos dispuesta acerca de unos acontecimientos que esperamos se desarrollen en su lectura. Sin embargo, artistas de la trayectoria e identidad consolidada como Mariano de Blas, ofrecen un planteamiento ante semejante cuestión que pone de relieve la imagen como argumento de una historia que ha de ir componiéndose en la configuración de ausencias convocadas.

En esta ocasión el autor, sin apartarse del ideario estético que marca su quehacer, nos advierte acerca de unas imágenes que funcionan en su autonomía a la manera de presentimientos  estructurados en la memoria como hitos del ser individual. Una estética donde los grafismos y la gráfica de las formas se detienen, como atrapadas en su síntesis, por un tiempo perpetuo cuyo enmudecimiento es una declamación del eco que no cesa.

Bajo este prisma, Mariano de Blas enhebra la narración precisamente en la fortaleza de aquello que mantiene fuera del espectro visual. Una imagen tras otra parecen mostrarse desubicadas y casi incomunicadas entre sí. Acaso, como si nos hubieran llegado desde procedencias distintas a un escenario que han de compartir desde su diferencia y lectura. Pero nada en la pintura de Mariano de Blas es casual. Su intención se refuerza, la tensión creativa y la línea de continuidad entre una y otra deviene en consolidación sinérgica donde el todo adquiere una peculiar entonación, como si hubiese sido capaz de dar imagen a un espacio que se halla fuera del universo de lo material, pero se piensa a través de cuerpos y referencias dotadas de poderosa simbología y el acompañamiento de lo implícito. Acompañamiento que  nos remite al choque, a un código de lectura como si una ráfaga muda de imágenes nos abordara sin vehemencia, pero contumaz y tan heredera como creadora de una estética que mucho tiene de ética y saber hacer para originar una obra de profunda reflexión y poderoso atractivo en su plasticidad.

Eka & Moor Art Gallery. Santa Isabel, 33, Madrid. Hasta el 28 de marzo de 2013

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